domingo, 18 de marzo de 2012

Una despedida sin distancia.

Dime que no lo acabo de tirar todo por la borda, que no frenaremos este barco que no lleva a ningún sitio y que te tendré siempre aquí conmigo. Que te quiero no lo dudes pero no aguanto esto, no aguanto ser la otra y pensar que no solo me vas a amar a mi.
Que te quiero y no te olvido.

domingo, 11 de marzo de 2012

Soy un pájaro.

Dime tú qué sentimientos puede haber, a dónde vamos a llegar con todo esto y si ese día no llegará. Que pasaremos del final para seguir con todo esto.
Volaremos juntos ¿Recuerdas?, que yo soy un pájaro y si yo lo soy tú también. Prométeme que no te vas a separar de mi y que seré la única en tu vida como tú lo eres en la mía, no espero mucho de ti, pero tampoco espero no tener nada, tampoco quiero que esto se quede en nueve meses.

Un peluche, nada más.

Tú. Siempre al acecho. No me pasa nada tan solo quiero un te quiero, no será muy difícil echarme a llorar al verte sentir y querer que no soy yo la que está en tu vida, solo un triste juguete a punto de romper, como aquel osito de peluche que no sueltas hasta que se le cae un brazo y su relleno se pierde a saber donde, o le cae un ojo y hay que ponerle un botón para simular que sigue viendo.

Necesito un punto y final.

Duele verle a su lado, duele saber que no soy yo, que es ella. Mataría por tenerle cerca mío, por sentirme la única en su vida. Esto no es real, dime que solo ha sido un sueño.

jueves, 1 de marzo de 2012

Aguanto esto y más.

Mañana mis ojeras serán como caminos manchados de carbón y cenizas, como aquel túnel negro que no llegaba a ningún lado, en el que solías perderte cuando no encontrabas la salida y te refugiabas.

Un juego interminable.

- sécame la cara.
- mejor me la secas tú a mi.
Llorando como tontos, buenas noches y hasta mañana.

Ahora, deja de soñar y...

detente, sabes que su piel nunca será tuya. Probarla, saborearla, tenerla y volver a perderla, la ves perdiéndose en tus sábanas y sigues soñando...
El tiempo ya nunca dirá nada porque todo está quedando claro, ni él está dispuesto a tenerme ni yo a perderle a él. Pedí mil y un deseos, todos ellos intentaron convencerme, decían que se harían realidad pero yo no he visto nada.
El día que tenga que decirle adiós, tocado y hundido.

Atada a su todo.

Me envuelve el cuello como una bufanda, recién sacada del cajón del invierno y dispuesta a quedarse conmigo día tras día hasta que la primavera llegue a mis venas, primavera que espera siempre fresca y sonriente.

Demasiado tiempo jugando a ser felices.

No seremos mas que amigos, mas que delincuentes en contra de la vida. Pensando sus miradas, sus gestos, sus sonrisas y ese momento en la cumbre de la montaña, en el que la adrenalina supera cualquier cosa que pase a nuestro alrededor, nos olvidamos de todo y volvemos a subir mas y mas alto. Nos dejamos caer sin pensarlo dos veces, nos la jugamos pero después ya no lo recuerda, se le ha olvidado todo y en su mundo ya no existe un "yo".

miércoles, 29 de febrero de 2012

Forman parte de mi vida, me las cuentan cada día.

Un "te quiero" no se regala, solo se expresa si realmente se siente y no pretendas engañar a nadie, aquí todos sabemos que de santos vamos al infierno. Harta de ver mil "te amo" por cada esquina deseosos de contar tantas cosas que al final quedan en nada, y en la nada.
No me prometas el cielo si no puedes darme siquiera una estrella, pequeña y fugaz, la más bella.

Viajes a su lado.

Un billete de tren que nos lleva a ninguna parte. El viaje fue a su lado, corto, largo, lleno de juegos que marcaron un para siempre en los recuerdos y un hasta nunca en el olvido. No estamos locos, nos gusta vivir el día a día, y mañana ya no será hoy y hoy ya no será mañana.

martes, 28 de febrero de 2012

De placer o de tristeza.

Encharcándose los ojos para evitar ver el dolor o la dosis de placer que me estaba regalando, quizás dejé de pensar en disfrutarlo el poco tiempo que lo tuve y no tuve remedio a aceptar que en ese momento era solo mío.
Gritarle un "te quiero" hubiese estropeado aquel momento, solo suyo, solo mío.

domingo, 26 de febrero de 2012

No quiero, joder, no quiero.

No me pidas que ponga un tope a mis sentimientos, no permitas que todo esto se lo lleve el puto viento. Quiéreme una y otra vez, hasta que nos quedemos sin fuerzas para ello o ya no te apetezca sentir nada. Hazme el amor como si no hubiese mañana, sabes que puedo ser tuya cuando quieras.
Peleamos por creer que ya no hay nada, que nunca lo hubo, y no dejo de decirte que te quiero, que esto es algo más que un juego, que las reglas han cambiado y no supe controlarme pero tú tampoco supiste pararlo.
No pidas que lo deje todo, no me pidas ser tu puta.

sábado, 25 de febrero de 2012

Que me quieras, no mucho mas.

Como la colilla que tiras al suelo, pisoteas y nunca vuelves a pensar en ella. Quizá no te des cuenta pero son detalles que están ahí y que duelen por pequeños que sean.
Esta noche nos fugábamos y hoy ya ni me hablas, esta noche nos volvíamos locos de amor y hoy estamos tan separados como España de Ceuta y melilla...
Quiéreme como si fuese la primera y última vez, quiéreme como yo lo hago contigo y prometo que haremos de nuestro mundo una vida de fantasía. Al fin y al cabo, no pido mucho mas de lo que ya tenemos.

viernes, 24 de febrero de 2012

afloran.

Sentir es una palabra demasiado fuerte para contarla, quizás por eso nunca se menciona, solo se nos pasa una y otra vez por la mente mientras sus labios rozan el límite y lo sobrepasan dejando tanto que desear. Y colorín colorado, deseos cumplidos.
Cada sensación sobrepasa esas nubes y mil más como ellas.

Solo un juego.

Cuando quisimos darnos cuenta ya estábamos jugando con fuego y nos quemamos, aunque la sensación del chispazo era tan placentera que no había resistencia capaz de pararlo. Necesito quemarme una y otra vez, que mis pupilas se dilaten solo con sentir el más mínimo roce y cada caricia vaya dejando el rastro en la piel, al igual que su perfume quedaría en mi cama después de hacerlo una y otra vez.

con la tontería de empezar.

Fuiste un flechazo de esos tan absurdos como los típicos americanos, que son casi perfectos.